Calidad de vida y nuevos espacios de vivienda
La calidad de vida es una de las preocupaciones gobiernos, empresas, organizaciones y, sobre todo, personas. A medida que logramos alcanzar metas económicas, como lograr mayores ingresos o comprar bienes, nos damos cuenta que, dichos bienes tienen que estar acompañados de un bienestar común con un componente social, es decir, para nosotros y para quienes nos rodean. De esto se trata la calidad de vida. Muchas áreas de estudio han intentado definirla, pero la complejidad y los múltiples aspectos que involucra – por ejemplo, bienestar físico, bienestar material, bienestar social, desarrollo y actividad y bienestar emocional- hacen complejo hablar del concepto.
Más allá de las dimensiones y los análisis, en términos coloquiales la calidad de vida involucra a personas, sus sentimientos y sus percepciones sobre sí mismos y su entorno.
La Universidad de Monterrey, a través de su Centro de Estudios para el Bienestar, ha destacado que ésta debe incluir, entre otros, bienestar personal, vida comunitaria, salud y seguridad.
Contar con una vivienda que cumpla, no solo con las características básicas para la habitación, sino también con estas dimensiones deberá contribuir a la calidad de vida de las personas y de su comunidad.
En este contexto, los desarrollos modernos deben estar concebidos como espacios donde quienes viven ahí puedan encontrar donde ejercitarse para mantener su buena salud, espacios seguros de convivencia con sus vecinos, cercanía con centros educativos y con lugares de trabajo.
De esta manera, quienes habiten ahí, no solo estarán cumpliendo su deseo de tener un espacio propio para vivir, sino que estarán construyendo una mejor calidad de vida para ellos y para su entorno, quienes se beneficiarán indirectamente de estas condiciones.